Organizar el armario, ¿misión imposible?

Seguro que te ha pasado más de una vez: tienes un compromiso, llegas al armario y lo encuentras lleno de “nada que ponerte”. O peor aún, con prendas que hace años que no usas y simplemente ocupan mucho espacio, haciendo que las demás prendas se arruguen y estropeen.

Foto:Ikea

A continuación te damos algunas pautas para que organices tu armario, hagas limpieza y acomodes la ropa en perfecto orden cuando hagas el cambio de temporada:

En primer lugar vacía tu armario y clasifica tu ropa en tres montones: la que quieres conservar, la que está en buen estado pero necesita arreglos (tintorería, costura, etc.) y aquella que ya no te queda bien o que no te pusiste en todo un año (si no te la has puesto en un año lo más seguro es que no te pongas más). Este último montón lo puedes llevar a alguna parroquia o albergue, seguro que te lo agradecerán.

Una vez vaciado el armario es un buen momento para una buena limpieza por dentro y por fuera: dependiendo del material del que esté construido el armario elige el producto adecuado: agua jabonosa, limpiacristales, limpiador jabonoso para madera o limpiador siliconado para superficies plásticas. Te aconsejo que coloques algún ambientador natural, que además de perfumar ligeramente la ropa, ahuyente a los insectos.

A continuación viene lo complicado: ordenar la ropa. Existen distintos criterios a la hora de organizar las prendas: hay quien prefiere dividirla por usos: ropa de trabajo, ropa informal, ropa para ocasiones especiales. Otros en cambio optan por clasificarla por colores, agrupando las blusas, pantalones, chaquetas etc., del mismo tono juntas. Por último existe la opción de colocar las prendas del mismo tipo juntas: camisas con camisas, pantalones con pantalones. Aquí deberás escoger la opción que más se ajuste a tu estilo de vida: si por tu trabajo debes llevar uniforme o algún tipo de ropa especial te aconsejo que la organices por uso. Si eres muy creativa a la hora de combinar colores, quizá prefieras ordenar las prendas del mismo tipo juntas y coordinarlas según tu gusto. En el caso de que no se te dé bien combinar o que no tengas mucho tiempo por las mañanas para vestirte lo mejor es que organices las prendas por colores, creando conjuntos de pantalón o falda y camisa o blusa. 

Personalmente, prefiero combinar dos opciones: en primer lugar ordeno las prendas por uso, y dentro de cada grupo las organizo por colores, así tengo por un lado los conjuntos ya armados para ir a la oficina, y por otro atuendos más elegantes para ocasiones especiales.

Después de tener claro qué va con qué, toca colgar la ropa. Si tu armario no cuenta con divisiones adecuadas para cada tipo de prenda, te aconsejo que recorras las tiendas de artículos para el hogar y adquieras algunos accesorios que se venden para organizar tu armario, y que de esa manera la ropa pueda estar mejor organizada y expuesta. Además te aconsejo que adquieras una buena cantidad de perchas de varios tipos: unas forradas para prendas delicadas de seda o algún otro tejido que se resbala. 

Si te gustan las manualidades, puedes comprar relleno de gomaespuma y un trozo de tela de terciopelo y forrar tú misma tus perchas. 

Para los trajes o abrigos, te recomiendo que compres perchas resistentes y con la forma adecuada, para que no deformen la prenda. 

Ni se te ocurra utilizar las perchas que nos dan en la tintorería, pues son demasiado débiles para soportar el peso de algunas prendas y las acaban deformando.