Nuestra lavadora precisa de una limpieza exterior y de una limpieza interior.
Por fuera, simplemente con un trapo húmedo, la limpiaremos frecuentemente. Periódicamente, cada tres o seis meses, limpiaremos:
- La caja de los detergentes, normalmente, se puede desenganchar y meter en el lavavajillas. En ella se acumulan restos de detergente y suavizante que es bueno eliminar.
- La puerta y las gomas del tambor, en la cual suele acumularse residuos que van tomando un color negro y que es importante limpiar, puede ser simplemente con un estropajo y agua caliente.
- El filtro es bueno limpiarlo ya que pueden haber quedado en él objetos o residuos que dificultan el buen funcionamiento de la lavadora
El interior, sin ropa dentro, elegiremos el ciclo de lavado más corto a 30º. Pondremos una taza de lejía en el deposito del jabón y una taza de vinagre en la parte del suavizante. Esta limpieza de cloro primero y de vinagre después eliminará los productos químicos, sales minerales y óxido de las tuberías.
Dependiendo de la dureza del agua tendremos que usar con determinada frecuencia un producto antical. Este tipo de cosas harán que nuestra ropa quede más limpia y que nuestra lavadora tenga más años de vida.
(De anaquitamanchas y otras experiencias)
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